“Sigo rescatando repertorio barroco español”, confesiones de Eduardo López Banzo
Octubre 5 de 2016

“Sigo rescatando repertorio barroco español”, confesiones de Eduardo López Banzo
Por Miguel Santacoloma
Eduardo López Banzo es conocido como uno de los investigadores más juiciosos de la música antigua española y uno de los intérpretes de clavecín más destacados. Su doble presentación en el marco del Festival, junto a su ensamble Al Ayre Español y junto a la soprano Verónica Plata, le dio una experiencia 360 del Festival, Colombia y su gente.
Días después de su segundo recital en la Iglesia Santo Domingo de Guzmán en Tunja, López Banzo habló con nosotros para dilucidar su relación con la música sacra, la investigación musicológica y sus nuevos proyectos.
¿Cómo podrías describir tu experiencia en el Festival de Música Sacra de Bogotá?
Era la primera vez que actuábamos en Colombia y nos ha fascinado la belleza del país y la manera de ser de la gente, tan cortés y amable. También ha sido una sorpresa comprobar el entusiasmo de las personas que hacen posible este importante festival. Nos hemos sentido muy a gusto actuando en los espacios de concierto, que son de un gran nivel.
Junto Al Ayre Español escuchamos las cantadas inéditas de José de Torres, ¿cómo es tu relación con la investigación musicológica y por qué elegiste este repertorio para el concierto?
Yo no soy en realidad un musicólogo, pero he tenido que trabajar mucho en archivos y bibliotecas para conocer en profundidad la música barroca española. Cuando comencé mi carrera apenas había gente interesada en este repertorio y estaba todo por hacer. Estas bellísimas cantadas de José de Torres fueron escritas a comienzos del siglo XVIII en España para ser interpretadas en la Capilla Real de Madrid. José de Torres era el principal maestro de la corte y adquirió mucha fama como compositor. Debido a esto su música fue llevada a América y fue conocida en todas las catedrales del continente. Se trata por tanto de partituras que hace 300 años vinieron desde España, que transcribí personalmente hace 20 años en archivos americanos, y que sin embargo nunca habían hecho el viaje de regreso a América. Ha sido muy emocionante interpretarlas aquí, en Bogotá, en el marco de este Festival, donde ha tenido lugar su reestreno americano.
Estuviste en Tunja con Verónica Plata, ¿cómo te sentiste acompañándola y cómo es la relación musical que tienen ambos?
A Verónica la conocí en un curso que di en torno a Monteverdi hace ya unos años. Luego ha venido a más cursos de interpretación que doy en España y por toda Europa sobre el estilo vocal barroco. Es una cantante muy interesante que forma parte de Vozes del Ayre, el departamento vocal de Al Ayre Español. En esta ocasión le propuse venir a hacer este repertorio solísitico junto a mí, ya que me gusta promover a los jóvenes cantantes que como ella, hacen un trabajo tan serio y riguroso.
¿Cuál es el valor de la música sacra en un contexto de explotación comercial de la música?
La música sacra escrita en el pasado tiene una profunda carga emotiva, que proviene de los textos a los cuales adorna. Algunos grandes compositores (Vivaldi, Bach, Haydn…) fueron personas de una profunda religiosidad y su música transmite toda esa espiritualidad con la que vivieron. El valor de la música sigue siendo aquel que la ha hecho un arte sin fronteras: su lenguaje accesible a todos, desprovisto de imágenes concretas, de mensajes y de conceptos. Cada uno interpreta la música como su imaginación le permite. Su capacidad para conmover profundamente a cualquier ser humano es lo que la hará siempre el mejor vehículo para el entendimiento y la reconciliación.
¿En qué proyectos te encuentras trabajando actualmente?
Hay varios proyectos importantes en este momento. Por un lado sigo rescatando repertorio barroco español. Recientemente he estrenado un programa de cantatas andaluzas de la Catedral de Jaen y próximamente pondremos en marcha otro compuesto por obras de un gran maestro malagueño, Juan Francés de Iribarren. Por otra parte dirigiré a Vozes del Ayre y a Al Ayre Español en un gran proyecto de cantatas de Bach para el Bachfest de Leipzig y estamos girando un bellísimo programa en torno a Monteverdi y sus exquisitos madrigales, el laboratorio de experimentación del primer barroco.