Jakub Józef Orliński en el Prelanzamiento del XI FIMSAC

Sobre el concierto de Prelanzamiento

ANIMA AETERNA

Jakub Józef Orliski/ il Pomo D’oro/ Maxim Emelianychev

Bogotá. 11 de agosto de 2022. En la Iglesia de San Ignacio de Bogotá se llevó a cabo el Prelanzamiento del XI Festival Internacional de Música Sacra de Bogotá. El concierto estuvo a cargo del contratenor polaco Jakub Józef Orliski, acompañado por el reconocido ensamble il Pomo D’oro bajo la dirección de Maxim Emelianychev.

Compartimos las notas al programa del programa presentado: ANIMA AETERNA.

La primera mitad del siglo XVIII fue un periodo de profundos cambios en la creación e interpretación musical. La variedad e innovación en los instrumentos y su selección, la afinación estandarizada, el virtuosismo, e incluso la sofisticación del contrapunto, fortalecieron la música del período que solemos llamar ‘barroco’ y sentó las bases para iniciar el periodo clásico (Haydn y Mozart). La música del entorno de la iglesia es parte de este proceso y es el repertorio escogido por el contratenor Jakub Józef Orliński (n.1990) como muestra de este importante momento histórico.

En primer lugar, en el caso de la música vocal, el arte de los castratti hace parte de estas tendencias hacia el virtuosismo que fue -y sigue siendo- uno de los objetivos comunes en el desarrollo de instrumentistas y cantantes. De esta tomaron también parte los falsetistas o contratenores (como Orliński) frecuentes en la agrupaciones de las iglesias, gracias a las obras de compositores, quienes respondieron a las preocupaciones de la nobleza y ofrecieron una amplia gama de posibilidades con sus composiciones.

El programa del Prelanzamiento del Festival, que además de la piezas vocales incluye también música instrumental, comienza la Allemanda del compositor esloveno Jan Křtitel Tolar (1620-1673) (también llamado  Joannes Baptista Dolar), quien fue el director musical de la iglesia de la corte de Viena hasta su muerte y que exhibe los rasgos del estilo italiano, muy popular en dicha corte.

El estilo de canto de contratenor de Orliński ejemplifica la tradición de finales del siglo XVII y comienzos del XVIII con el aria de Johann Joseph Fux (1660-1741) Il fonte della salute, aperto dalla grazia nel calvario K. 293: “Non t’amo per il ciel”; cuyo texto es muestra del amor incondicional hacia Dios, en el estilo barroco austro-italiano que Fux introdujo y expuso en su tratado Gradus ad Parnassum de 1725, importante manual de contrapunto.

La contribución del compositor veneciano Antonio Lotti (1667-1740), está presente en dos momentos; primero con “Prohibita quinta sunt”, que muestra el horizonte histórico del tránsito hacia el estilo barroco pleno, que sirvió como influencia para los oratorios de G.F. Handel (1685-1759) y J.S. Bach (1685-1750). Y en segundo lugar, con el allegro instrumental del Concerto a 4 en Do menor y el grave, de Baldassare Galuppi (1706-85), quien fue estudiante de Lotti, también reconocido en Venecia por sus óperas serias y cómicas.

El tiorbista y compositor veneciano Francesco Bartolomeo Conti (1681-1732),  parece haberse inspirado en la “Virgen del jilguero” de Rafael Sanzio (1483-1520) en su pieza “Salve sis Maria”, llamada ‘arietta per la Madonna Santissima’ donde el sentido de la devoción cristiana se plasma a través de la expresión musical y cuyo énfasis está en el solista. Cabe recalcar, que Conti, como Fux y Tolar, también trabajó para la corte de Viena.

Un estilo menos contrapuntístico, con respecto al de la pieza anterior, pero que hace énfasis en otra figura femenina, está presente en “Giusto Dio” aria del oratorio La Giuditta del portugués Francisco António de Almeida (1702-c.1755)  cuyo estreno se llevó a cabo en  la Chiesa Nuova di Roma. Este compositor fue también organista e introdujo el oratorio como novedad en Lisboa con La Giuditta en 1726. Igualmente, desde Portugal, se incluye con el aria del italiano Gaetano Maria Schiassi (1698-1754), “A che si serbano”, de su oratorio Maria Vergine al Calvario.

La segunda parte del programa se orienta hacia la transición entre el barroco tardío y al repertorio clásico, en un recorrido desde el aria “Dal beato eccelso volo” de Bartolomeo Nucci (fl.1717-49), autor de cantatas, oratorios y culmina con la pieza de G. F. Handel, de la Antífona en Re menor HWV 269, “Alleluja, Amen” de 1747. Entre estos dos, se sitúa el repertorio instrumental, una Chaconne, que recuerda la música de baile al estilo francés, de Giuseppe Antonio Brescianello (1690-1758), quien fue el primer italiano en el cargo de la capilla de la corte de los Württemberg.

La antífona Beatus vir RV 597, “Peccator videbit” de Antonio Vivaldi (1678-1741),  pleno exponente de su estilo vocal-instrumental, culmina con un coro, reforzando el mensaje del salmo: ‘Beatus vir qui timet Dominum In mandatis eius volet nimis’ –Bienaventurado el hombre que teme al Señor, Y en sus mandamientos se deleita en gran manera–.

El último grupo de piezas incluye D’ogni colpa la colpa maggiore de Johann Georg Reutter (1708-72) nacido en Viena e hijo del compositor del mismo nombre, quien estudió con Antonio Caldara (1670-1736) y se distinguió como compositor de la corte y maestro de capilla de la catedral de San Esteban. Su obra incluye misas con acompañamiento orquestal, misas a cappella para el adviento y la cuaresma, motetes, ofertorios y salmos. La sección “Gratias agimus tibi”, de la Messa a 5 voci de Davide Perez (1711-78) es ya cercana al estilo clásico, y forma parte de la última etapa de este compositor napolitano de origen español quien después de estudiar en el Conservatorio de S. María de Loreto en su ciudad natal comenzó su carrera de compositor de opera en Nápoles, Palermo y Roma. En 1752 fue invitado por el rey José I (1714-77) de Portugal como maestro de capilla y profesor de música de los infantes en la corte de Lisboa en donde permaneció hasta su muerte.

María Fernanda Bernal

Estudiante de la maestría en Musicología, Universidad Nacional de Colombia.

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