Armonizando sueños
Jueves, 28 de noviembre de 2024
ARMONIZANDO SUEÑOS
Donde los paisajes se pintan de verde eterno y los aromas del café perfuman el alma, surge un fenómeno musical que trasciende las notas: la Orquesta Filarmónica del Café. Bajo la batuta visionaria de Edgar Eider Melán Hidalgo, esta agrupación no solo interpreta obras maestras, sino que también escribe historias de transformación, resiliencia y esperanza, convirtiéndose en una inspiración cultural y social para el país. Con motivo de la tercera gira «Colombia es Música Sacra», la Orquesta Filarmónica del Café llevará un mensaje de unión y concordia al municipio de Belalcázar, conocido por su imponente Cristo Rey y espíritu acogedor. Este rincón del Eje Cafetero será testigo de una experiencia musical donde resonarán piezas magistrales como Las Cuatro Estaciones de Vivaldi y el Ave María de Schubert.
En esta entrevista, el director titular de la Orquesta del Café, nos invita a conocer los desafíos y logros detrás de esta maravillosa iniciativa. Desde los primeros ensayos en su garaje hasta las historias de músicos que, con disciplina y talento, han alcanzado escenarios internacionales. También descubriremos cómo ha sido la colaboración para este concierto con los artistas Pere Vicalet, Eduardo Gómes y Eliana Piedrahita, quienes, con su virtuosismo, nos ofrecerán una presentación que promete mucho.
¿Qué lo inspiró a cofundar la Orquesta Filarmónica del Café y qué desafíos enfrentaron en sus inicios?
Edgar Eider Melán Hidalgo: La Orquesta Filarmónica del Café nació del deseo de hacer música en su sentido más amplio y elaborado, buscando brindar oportunidades a jóvenes músicos de la región a través de la música académica y llevar arte a comunidades que no suelen tener acceso a opciones diferentes a los géneros comerciales. Queríamos crear un espacio donde el talento pudiera florecer y, al mismo tiempo, contribuir al desarrollo social positivo de la población del Eje Cafetero. Los desafíos han sido muchos: conseguir instrumentos, encontrar un lugar para ensayar (como el Maestro Abreu, comenzamos en el garaje de mi casa) y buscar financiación constantemente, entre otros retos logísticos y artísticos. Sin embargo, la pasión y el amor por la música, así como el compromiso de los jóvenes, nos han impulsado a seguir adelante y a honrar el significado etimológico de la palabra filarmónica: amor por la armonía.
¿Qué significa para usted liderar una agrupación que no solo es musical, sino también una herramienta de desarrollo social?
E.E.M.H.: Es un gran orgullo y una enorme responsabilidad. La música tiene un poder transformador increíble y maravilloso; a través de la Filarmónica del Café, no solo formamos músicos, sino también seres humanos íntegros, con valores como la disciplina, el trabajo en equipo, la perseverancia, la sencillez, el respeto y, especialmente, la resiliencia. En un país como Colombia, donde las músicas comerciales reciben el 95% de los recursos, hacer música académica es un desafío complejo. Por ello, nos enfocamos en enseñar a nuestros integrantes a manejar las frustraciones y dificultades propias de trabajar fuera de las grandes capitales. Ver cómo la música impacta positivamente en la vida de quienes integran la orquesta, y cómo ellos llevan esa transformación a sus familias y comunidades, es nuestra mayor recompensa. Además, trabajamos constantemente para buscar apoyo que nos permita profesionalizar la agrupación y ofrecer un sustento laboral digno a los jóvenes que hemos formado.
Nos gustaría que nos contara sobre alguna historia de transformación personal dentro de la Orquesta que lo haya impactado más profundamente.
E.E.M.H.: Hay muchas historias conmovedoras. Aunque prefiero no mencionar nombres, recuerdo varios casos de jóvenes que llegaron a la orquesta con problemas de disciplina y baja autoestima, muchos provenientes de comunidades altamente vulnerables. Nuestra labor ha consistido en construir un capital cultural, dar propósito y ofrecer un canal para sus emociones, apoyando su talento y guiándolos hasta que logran alcanzar una carrera profesional. Hoy en día, algunos de estos jóvenes son artistas de talento extraordinario que han trascendido a escenarios internacionales, llevando lo que hacemos a lo más alto de Europa. Estas historias son la prueba del poder transformador de la música, que no solo cambia vidas, sino que también enriquece comunidades enteras. Sin embargo, para continuar, necesitamos más apoyo tanto público como privado para profesionalizar nuestra orquesta y evitar que nuestros talentos sigan emigrando hacia las grandes capitales.
¿Cómo se seleccionaron las obras del repertorio, como Las Cuatro Estaciones de Vivaldi y el Ave María de Schubert, para esta presentación?
E.E.M.H.: Para este concierto, hemos preparado un programa que combina obras maestras del repertorio académico, como Las Cuatro Estaciones de Antonio Vivaldi, una de las piezas más conocidas y queridas por nuestro público, con obras que conectan con el espíritu del Festival de Música Sacra, como el Ave María de Schubert. Además, hemos incluido piezas que interpretaremos junto a la maestra Eliana Piedrahita. El objetivo ha sido encontrar un equilibrio entre la belleza, la emotividad y la accesibilidad, buscando que cada obra conecte profundamente con el público y enaltezca el propósito de la gira.
Para finalizar, cuéntenos, ¿cómo ha sido la colaboración con el director invitado Pere Vicalet, el violinista Eduardo Gómes y la solista Eliana Piedrahita para este concierto?
E.E.M.H.: Ha sido una experiencia extraordinaria contar con estas maravillosas personas y maestros. Pere Vicalet es un director con gran sensibilidad y una comprensión profunda de la música. Eduardo Gómes es un violinista excepcional, cuya interpretación de Las Cuatro Estaciones de Vivaldi es profundamente conmovedora. Por su parte, Eliana Piedrahita, con su voz cautivadora, aporta una interpretación sublime de la música sacra que nos transporta a la eternidad. La colaboración con ellos ha sido fluida y enriquecedora, y estamos seguros de que juntos lograremos transmitir un mensaje de unión y paz al público que asista a este concierto.
Entrevista por Jorge Piotrowski.
Viernes, 29 de noviembre de 2024, Parroquia la Inmaculada Belalcázar (Caldas), 7:00 PM
MÚSICA SACRA DE ANTONIO VIVALDI
Orquesta del Café (Colombia)
Entrada libre hasta completar aforo.
www.festivalmusicasacra.com
@festivalmusicasacra
#FIMSAC